martes, 11 de enero de 2011

¿Qué considerar del aprendizaje?

La postura del adulto hacia el aprendizaje se centra en la vida, por ello, resulta conveniente que todo instructor establezca como eje de trabajo el propio contexto del participante. Ya que a partir de situaciones reales, los participantes tienen oportunidad de analizar y vivenciar experiencias de acuerdo con su proyecto personal de vida y de acuerdo a las metas de la institución a la que pertenecen.

Para ello, se conjugan diferentes elementos, ahora conviene exponer los que se consideran impactan de manera privilegiada ésta postura del adulto en cuanto al aprendizaje a lo largo de la vida: Andragogía, estilos de aprendizaje y hermisfericidad cerebral.


Andragogía

Obedece al principio de la educación permanente, y como tal, destaca que con el proceso de formación, actualización o capacitación, el adulto busca la inmediatez para la aplicación de lo aprendido y de manera paralela la solución a los problemas que se le presentan en la vida real. Es decir, el adulto se dispone a aprender lo que necesita saber o poder hacer para desempeñarse en la organización en la que labora y a su vez en la sociedad.

Aunado a lo anterior, conviene destacar la existencia de investigaciones que demuestran que se memoriza: 90 % de lo que se hace, 70 % de lo que se habla, 50 % de lo visto y oído, 30 % de lo visto, 20 % de lo oído y 10 % de lo leído.

Otro aspecto a resaltar es la motivación interna de los adultos, que en algunos casos se ve opacada como consecuencia de su resistencia a aprender en situaciones que creen que ponen en duda su competencia o bien por ser impuestas. En estos casos, el crear condiciones que promuevan respeto, confianza y preocupación por el que aprende, resulta fundamental para animar y envolver de manera asertiva al participante.


Estilos de aprendizaje

Considerar y respetar la diversidad en cuanto a cómo aprende todo ser humano, resulta una fortaleza para el instructor que diseña y/o imparte un curso, a su vez se convierte en un bien que responde a las necesidades y expectativas de cada uno de los participantes.

Esta diversidad está compuesta por diferentes factores, uno de ellos, los estilos de aprendizaje, que ofrecen un marco conceptual para comprender los comportamientos de los participantes y la forma en que aprenden, con la intención de evidenciar características particulares y específicas de las propias de estrategias de enseñanza aprendizaje de cualquier curso.

Básicamente, al referirse a los estilos de aprendizaje se evidencian las diferentes maneras de percibir la realidad y de procesar-organizar la información al momento de vivenciar experiencias de aprendizaje. De acuerdo a varios autores, existen diferentes clasificaciones de estilos de aprendizaje, ahora se hace referencia, a través del siguiente mapa conceptual, a la de Bernice Mcarthy.



Hemisfericiad cerebral

Al identificar la relación que existe entre la organización biológica del cerebro y el aprendizaje humano, se representa la manera en que los seres humanos manejan la información y sus experiencias.

El hemisferio izquierdo básicamente controla en gran medida la capacidad de lenguaje. En tanto que el hemisferio derecho alberga por si mismo actividades sin las cuales el ser humano sería incapaz de funcionar normalmente, como son la habilidad para percibir relaciones y ver las cosas como un todo integrado en vez de una colección de partes aisladas.

El siguiente mapa conceptual muestran las principales funciones de cada uno de los hemisferios:


Resulta conveniente resaltar que el instructor no debe encasillar sus actividades de enseñanza aprendizaje en función de sus propias características o en función de lo destacable en los participantes, es decir, no debe inclinarse hacia algún estilo y hemisfericidad, sino que, a raíz de esta diversidad, propiciar experiencias de aprendizaje satisfactorias y profundas que impacten a los diferentes estilos y hermisfericidades.

Por lo tanto, lo óptimo consiste en alternar actividades de tal manera que exista equilibrio y diversidad entre ellas, y que a su vez encaminen al participante hacia el desarrollo y consolidación de las competencias que se desena lograr gracias al curso. Es decir, resulta indispensable incorporar habilidades de procesamiento de ambos hemisferios y de los cuatro estilos de aprendizaje en toda estrategia didáctica.

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